Este libro busca profundizar en el tema de la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja, cuestionar la efectividad del sistema penal y reflexionar sobre la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género (LOVG). Desde una mirada criminológica, se critica la simplificación del feminismo oficial al abordar este problema, pasando de un enfoque individualista a uno que considera la desigualdad de género como factor explicativo. Es fundamental comprender los distintos factores de riesgo que afectan a las mujeres para diseñar estrategias de prevención específicas y políticas sociales adecuadas.

A pesar de que la lucha contra la violencia de género se ha centrado en gran medida en el uso del sistema penal, se hace hincapié en que este enfoque no siempre resulta beneficioso para las mujeres, pudiendo incluso perjudicarlas. Es necesario diversificar y adaptar las respuestas ofrecidas a las necesidades y deseos de las mujeres que recurren al sistema penal. Si bien la LOVG ha sido objeto de debate en torno a su enfoque punitivo, es importante considerar los beneficios concretos que esta regulación puede aportar en la protección de las mujeres.

La ley busca no solo fortalecer las sanciones, sino también adoptar un enfoque integral para abordar la violencia contra las mujeres. Se analizan las diferentes medidas contempladas en la LOVG y se defiende la importancia de su implementación en la lucha contra este problema social.