Cuando un vendedor de verduras tunecino se inmoló en protesta por los abusos sistemáticos del gobierno autoritario de su país, pocos anticiparon las consecuencias que seguirían. La Primavera Árabe derrocó a dictadores brutales (que no hubieran podido mantenerse en el poder sin la complicidad o el respaldo directo de potencias occidentales) en Túnez, Egipto, Yemen y Libia, desencadenando una de las guerras civiles más sangrientas en la Siria actual. Túnez logró una transición democrática relativamente positiva, mientras que en Egipto una junta militar liderada por el general Abdelfatah Al-Sisi derrocó al presidente Mohamed Morsi. En Yemen, las divisiones políticas parecen empujar al país al borde del abismo, y Libia está sumida en una guerra civil donde distintos gobiernos controlan diferentes regiones, con presencia de milicias islamistas, especialmente una facción del Estado Islámico y grupos vinculados a Al-Qaeda. Se han producido ataques terroristas en hoteles, secuestros y persecución de cristianos egipcios y activistas de medios de comunicación. Jon Lee Anderson narra estos hechos para encontrar orden en el caos y significado en la barbarie, ofreciendo una perspectiva profunda sobre las implicaciones y detalles de lo sucedido en Libia.