Desde que la sociología inició su camino, la relación que ha mantenido con la crítica social ha sido clave. Surge la pregunta de si la sociología debería estar al servicio de la crítica social, o si ésta desvía a la disciplina de su propósito científico. Esta interrogante plantea algunas de las oposiciones fundamentales en sociología, como hechos vs. valores, ideología vs. ciencia, determinismo vs. autonomía, estructura vs. acción, y métodos macrosociales.

Dos programas destacados en este campo son la sociología crítica de los años setenta, especialmente influenciada por Pierre Bourdieu en Francia, y la sociología pragmática de la crítica de las décadas de 1980 y 1990. Mientras la sociología crítica se enfoca en las relaciones de poder y opresión, la sociología pragmática destaca la capacidad de las personas para rebelarse contra su dominación y reinterpretar la realidad de manera crítica.

En su libro, Boltanski propone un marco para integrar estos enfoques aparentemente contradictorios, buscando un equilibrio entre la observación de las relaciones de poder y la capacidad de acción de los individuos en sociedad.