Interpretar la democracia en la actualidad implica analizar la estrecha relación que se estableció en el siglo XIX entre los conceptos de democracia y soberanía popular. El proceso continuo de democratización del Estado ha sido posible gracias a la individualización del sujeto de derecho, quien se ha convertido en la figura del sujeto político moderno. En la historia de los regímenes políticos occidentales de los últimos dos siglos, el ciudadano democrático se ha destacado por movilizarse para defender sus derechos y conquistar otros. Catherine Colliot-Thélène argumenta en su libro que, para comprender qué representan las democracias modernas y qué las amenaza en la actualidad, es necesario rechazar las interpretaciones tradicionales que se basan en la etimología y en los textos canónicos de la filosofía política antigua. En este sentido, es fundamental desvincular el concepto moderno de democracia de una manifestación específica. En este trabajo, se toman los derechos subjetivos como punto de partida para reflexionar sobre una de las dimensiones más importantes de las democracias modernas: la soberanía popular.