La trata de personas es una forma moderna de esclavitud que aqueja a Mexico desde el interior del país. Miles de mujeres han sido profundamente heridas al ser explotadas sexualmente por sus compatriotas, e incluso por personas cercanas a ellas. En Tlaxcala, muchos hombres de entre 15 y 45 años encuentran en la explotación sexual una manera de subsistir, como lo han demostrado diversos estudios de instituciones nacionales y extranjeras. Gran parte de la economía de esta entidad depende de este delito, con un enfoque especial en el pueblo de Tenancingo, conocido como la cuna de los proxenetas.

La pobreza, la idea de masculinidad y ciertas «tradiciones» son el ambiente perfecto para que miles de niñas y mujeres en todo el país caigan en manos de proxenetas que las obligan a prostituirse. Algunos padres ven a sus hijas como objetos, llegando al extremo de venderlas por sumas de dinero a los proxenetas. Este libro relata las historias reales de mujeres que han sido víctimas de explotación sexual, contadas por Rosi Orozco, una activista incansable en la lucha contra este crimen. Orozco no solo impulsa campañas contra la trata de personas, sino que también ha salvado a muchas víctimas y ha promovido su reintegración en una vida plena.