En las últimas décadas, la globalización y la revolución tecnológica han transformado la manera en que se ejerce el poder. Según Marx, el sujeto mismo se ha convertido en un activo invaluable en el proceso de producción, especialmente con la importancia creciente del trabajo inmaterial en el capitalismo tardío. La creatividad ha adquirido una nueva relevancia estratégica, creando valor y sustentando el capitalismo contemporáneo. El autor explora el papel productivo de la comunicación en la era del capitalismo cognitivo, invitándonos a reflexionar sobre el rol de los productores culturales y la relación entre trabajo y valor.