Durante la Alemania de entre guerras, se destacó un fenómeno que capturó la atención de Siegfried Kracauer: la irrupción de los empleados. Este grupo, compuesto por tres millones y medio de individuos (de los cuales un tercio son mujeres), desempeñan labores técnicas y administrativas en los sectores del comercio, la banca y el transporte, conformando un ejército de trabajadores reemplazables. Sus magros salarios los enfrentan a una vida precaria y escasas posibilidades de independencia. Ambientando sus escenas en Berlín, Kracauer se adentra en la recopilación de citas, conversaciones y observaciones in situ, con el objetivo de realizar un diagnóstico sociológico. Para el autor de Frankfurt, el entendimiento de esta realidad no solo es crucial para cualquier cambio, sino que representa por sí mismo un cambio. En esta obra, Kracauer reflexiona de manera clásica sobre una clase social de la que la mayoría de nosotros formamos parte en la actualidad.