En México, las políticas relacionadas con el consumo de drogas se centran en la prohibición y la imposición de controles y sanciones contra su uso. Estas políticas han dado lugar a un mercado negro de sustancias adictivas, provocando problemas sociales como la delincuencia, el desempleo y el abandono escolar, especialmente en las zonas más desfavorecidas. En «La marca del medicamento. Violencia y prácticas de consumo», se analizan las condiciones de violencia y criminalización en torno al consumo de drogas en el noroeste de México, desde diversas perspectivas como la epidemiológica, cultural y psicosocial, así como se describen nuevas tendencias de consumo y se abordan las opciones de rehabilitación para los usuarios.