En este libro, los autores exploran las nuevas formas de participación ciudadana y su relación con el sistema político en general. Se cuestiona si realmente se les da voz a los marginados y cómo se logra esto, así como si estas formas de participación cuestionan o apoyan a las instituciones a través de las elecciones. Se plantea la pregunta de si los gobiernos y los funcionarios electos son realmente más responsables que las elecciones, y si la participación es genuina o manipulada. También se analiza si estas formas de participación desafían o refuerzan las prácticas clientelistas tradicionales, y si influyen en la receptividad del sistema político a las políticas y toma de decisiones. Además, se examina cómo afecta todo esto a la calidad de la voz del ciudadano, y si se les enseñan las habilidades necesarias para usar eficazmente estos mecanismos de participación. En resumen, el libro ofrece una visión detallada de la participación institucionalizada directa, tanto en procesos electorales como no electorales, contribuyendo así a una mejor comprensión de los distintos modelos de regímenes democráticos y sus diferencias en calidad.